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Los datos recogidos definen nuestras identidades tanto en línea como fuera de ella. Los riesgos asociados a la vigilancia de nuestra vida privada por parte de las autoridades o las personas de nuestro entorno no son insignificantes si nuestros datos se malinterpretan o son inexactos en relación con nuestras acciones reales.
Por ejemplo, Google recopila datos brutos de geolocalización (tu latitud y la fecha y hora), deduce el modo de desplazamiento (bicicleta, transporte público, coche, etc.) y luego asocia estos datos a situaciones que pueden ser delicadas. Ir a un bar, a un psiquiatra o a una clínica abortista tiene un impacto diferente según quién tenga acceso a esta información (tu futuro empleador, tu compañía de seguros o tus padres). Y lo que haces es potencialmente visible para los demás.
Otro riesgo está relacionado con la violación de la personalidad cuando se deduce información sobre nosotros con fines publicitarios utilizando categorías que hacen referencia a nuestras acciones en línea. Nuestras acciones no siempre se corresponden con lo que es importante para nosotros, pero la publicidad relacionada permanecerá visible en todos nuestros dispositivos y fuera de la aplicación que captó nuestros datos. Como resultado, perdemos su rastro, ya no sabemos en qué contexto se recogieron ni para qué se utilizarán.
Como ciudadano, puede ejercer su derecho a acceder a sus datos personales. Haga clic en « MIS DATOS, MIS DERECHOS » para acceder a nuestra página que resume todos los métodos existentes para hacer valer sus derechos.
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